El 8 de septiembre, una delegación de niños, niñas y jóvenes representantes de Arica a Castro viajaron hasta Santiago para reunirse con la ministra Julieta Brodsky en La Moneda. La actividad fue parte del ¡Juntxs de Nuevo! Primer Encuentro Nacional de Consejos Cecrea que se realizó en Picarquín.
Durante la visita al palacio de gobierno los niños y jóvenes también compartieron con el Presidente Gabriel Boric e Irina Karamanos.
Cecrea (Centro de Creación Artística) es un programa del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio -depende directamente de las Seremis de Cultura- que abre espacios a la comunidad, enfocados en niños, niñas y jóvenes entre 7 y 19 años. Comenzó en 2014 y se ha ido expandiendo, hoy están presentes en 13 regiones del país.
“Cecrea es un proyecto de acceso gratuito y democrático, que permite el encuentro entre niños, niñas y jóvenes de diversos orígenes, para imaginar proyectos colaborativos en torno al arte, las ciencias, las tecnologías y la sustentabilidad. Este espacio inédito permite la participación de la ciudadanía, y está pensado especialmente para las comunidades y los sectores más vulnerables del país, promoviendo la creatividad y la interacción con el medio ambiente y la cultura”, señala la ministra de las Culturas, Julieta Brodsky.
El programa funciona bajo una metodología que promueve la creatividad, impulsando nuevas formas de pensar lo extraprogramático y la educación no formal, y proporcionando a los NNJ puntos de encuentro que son también espacios seguros.
Cecrea incentiva una “ciudadanía creativa” a través de la experimentación libre y autónoma, y recibe a niños y jóvenes que pueden llegar de manera directa o a través de sus colegios y escuelas públicas.
Las unidades constan de escuchas creativas, laboratorios creativos, proyectos de convergencia, experiencias creativas y comunidad de aprendizaje. La metodología arranca a partir de las escuchas y microescuchas, y luego, a partir de los intereses e inquietudes de los propios niños, niñas y jóvenes, se codiseña un programa. Cada sede Cecrea además tiene su propia línea curatorial que se relaciona con su entorno, geografía, clima y costumbres locales.
“Aquí el patrimonio es poderoso”, afirma Rosario Ateaga, directora de Cecrea Castro desde mayo de 2019. Se refiere a la arquitectura, la gastronomía, las tradiciones chilotas. La artista visual y gestora cultural está a cargo del espacio conocido como La ballena, que se ubica en la costanera de Castro.
“No ofrecemos talleres de acuarela o de guitarra, sino que atendemos las escuchas creativas y los intereses que los propios NNJ nos entregan. No se imponen metodologías, si no que se invita a conocer y replicar una metodología en base a la escucha, el codiseño, la experimentación y la irradiación”.
La arquitectura del lugar está pensada por áreas flexibles; hay espacios limpios, salas de movimiento, sector para las artes sonoras y más.
El vehículo principal para llegar a los niños y niñas del sector es la relación y el trabajo conjunto con los establecimientos educacionales, junto a ellos codiseñan experiencias pedagógicas y laboratorios donde convergen distintas disciplinas y donde la mediación es clave, explica la directora.
Pero a partir de cierta edad los jóvenes también se acercan por su cuenta, de manera libre e independiente. “La ballena está abierta siempre, de lunes a domingo, funciona como plaza pública, aquí se juntan a bailar kpop, a ensayar o usar el estudio de grabación”, cuenta Rosario.
“Para engancharlos pensamos en sus propios intereses: para el Día de la danza, convocamos a los jóvenes a que organizaran su propio festival, si viene el Día del cine, les preguntamos qué les gustaría ver”, agrega.
Además, realizan actividades en conjunto con otras organizaciones como Fundación MERI, como la exposición Cetácea, ecos del mar, el año pasado, y Fundación Nativo Digital, con quienes participan del proyecto Archipiélago Digital que busca hacer de Chiloé un polo de innovación.
O el taller de Collage como pensamiento arquitectónico con el premio Nacional Edward Rojas, como parte del festival Castro Abierto, que se desarrolla hasta mediados de octubre.